El programa Desarrollo Infantil en Medio Familiar en el municipio de La Dorada atendió más de mil familias cada año. Durante este tiempo la Fundación FESCO logró aportar en la consolidación de una red interinstitucional que articuló esfuerzos para ofrecer respuestas oportunas a las familias, permitiéndoles resolver necesidades vinculadas al goce de derechos básicos como la salud y la educación.
El compromiso alrededor de la garantía de derechos de los niños y las niñas, convirtió a la Fundación FESCO en un referente institucional para el desarrollo de acciones en favor de esta población. De este modo, la Fundación logró ser reconocida como una entidad aliada para
facilitar una atención oportuna en aspectos esenciales como la vacunación, el seguimiento al crecimiento y desarrollo, y la vinculación al sistema educativo de la población infantil del municipio. Con el fin de asegurar la calidad de su trabajo, la Fundación le apostó a la cualificación permanente del talento humano. Gracias a esto el equipo de trabajo estuvo preparado para la detección oportuna de riesgos,
amenazas o vulneraciones de derechos y el reporte oportuno a las entidades competentes, garantizando así la protección de los niños y niñas atendidos en el Programa. Así mismo, se logró mejorar las capacidades de las familias para identificar alteraciones en el desarrollo de los niños y niñas, y buscar asistencia oportuna en los servicios de salud.
El reconocimiento al trabajo comprometido de la Fundación FESCO trascendió la esfera institucional y permitió ganar la confianza de las familias, quienes fueron su razón de ser durante los 8 años de trabajo con este programa en La Dorada. Los altos niveles de satisfacción con el servicio expresados por las familias año tras año se basaron especialmente en la calidad del trato recibido por parte del talento humano de la Fundación, en las respuestas efectivas a sus necesidades y requerimientos, en la responsabilidad en el cumplimiento de su labor y en las fortalezas del proceso de formación.
Fueron muchas las experiencias que plasmaron la voluntad de la Fundación por aportar al desarrollo integral de los niños y niñas vinculados a este programa. Vale la pena destacar tres de ellas. En 2017 se desarrolló la estrategia “Reconozcamos nuestro territorio” mediante alianza con el Programa de Desarrollo para la Paz del Magdalena Centro; esta iniciativa buscó el fortalecimiento del ejercicio de veeduría ciudadana a través de tres módulos: el territorio, participación ciudadana y control social. En 2017 también se implementó una innovación llamada “Cajita de sueños”, orientada a motivar a las familias alrededor de sus aspiraciones y a facilitar insumos para el trabajo psicosocial. Por otra parte, durante 2018 y 2019 la Fundación desplegó una estrategia de inclusión con apoyo de otras entidades del municipio, la cual permitió
formar al talento humano en lenguaje de señas e integrar familias sordas al Programa, rompiendo las barreras de la comunicación en espacios como los encuentros grupales.